Este mes de mayo la Asociación para el Anillamiento Científico de Aves Txepetxa ha colaborado en un programa de Seo-Birdlife para el estudio de las aves migradoras. Este nuevo programa pretende conocer algunos de los aspectos peor conocidos para la mayoría de especies presentes en España: sus rutas migratorias y áreas de invernada. Es un proyecto muy ambicioso y en el que se trabajará muchos años con un gran esfuerzo anual y que sin duda servirá para contribuir al conocimiento y conservación de nuestras especies migradoras.
Se van a ir marcando poco a poco la mayor parte de estas especies con la tecnología más eficaz disponible en la actualidad: emisores satélite, data logger y geolocalizadores, dependiendo de cada especie, su biología, tamaño, etc. Para conseguir una muestra representativa de la especie marcada se quiere que los individuos se marquen por toda su área de distribución española. Por ello, se va a trabajar a lo largo de los próximos años en prácticamente todas las comunidades autónomas.
Se van a ir marcando poco a poco la mayor parte de estas especies con la tecnología más eficaz disponible en la actualidad: emisores satélite, data logger y geolocalizadores, dependiendo de cada especie, su biología, tamaño, etc. Para conseguir una muestra representativa de la especie marcada se quiere que los individuos se marquen por toda su área de distribución española. Por ello, se va a trabajar a lo largo de los próximos años en prácticamente todas las comunidades autónomas.
En concreto el 4 de mayo se ha comenzado por colocar geolocalizadores a 6 carriceros tordales (Acrocephalus arundinaceus) en el Parque de Salburua, junto a la ciudad de Vitoria-Gasteiz. Los carriceros tordales son paseriformes de unos 29 gramos de peso que crían en nuestros humedales y que son migradores de larga distancia. La técnica de los geolocalizadores consiste en adosar a la espalda de las aves estudiadas un pequeño dispositivo, de peso inferior a 1 gramo. Este pequeño dispositivo posee un reloj interno que graba pulsos en una memoria donde sincrónicamente se graban también las horas de luz del día mediante un sensor. Estos datos permiten conocer la latitud y longitud donde han pasado el invierno las aves marcadas. Para ello, transcurrido el invierno en África, se han de recuperar estos dispositivos a su regreso a los territorios de cría y descargar los datos. Esperemos que en la primavera de 2012 tengamos suerte y podamos recuperar alguna de estas interesantes aves.
Anilladores: Azaitz Unanue, Pako Zufiaur, Jordi Gomez y Pablo Gonzalez-Ocio.