sábado, 21 de mayo de 2011

Educación Ambiental


Hoy 18 de mayo, hemos realizado una interesante actividad de voluntariado y educación ambiental en el Parque Natural de Valderejo, Álava, que os contamos a continuación. Se trata de una actividad experimental en la que un grupo de 20 niños de 10 a 12 años han realizado en el campo un ejercicio de investigación sencilla con método científico. No sabíamos si la edad y la actividad eran adecuadas y funcionarían. Teníamos claro que ante molestias inadecuadas y retrasos de las aves en entrar a los nidos se suspendería la actividad, sustituyéndola por otra más clásica.
Se ha efectuado con la ayuda de 4 monitores/ornitólogos de la Asociación para el Anillamiento de las Aves Txepetxa, con los que han colaborado 2 profesores del centro de enseñanza.
Se enmarca dentro del “Proyecto de instalación y seguimiento de cajas nido en parques naturales de Álava”, financiado por el departamento de Parques Naturales de la Diputación Foral de Álava.
Ha consistido en observar cajas nido, determinar las especies que las ocupan y contabilizar la frecuencia de aporte de alimento al nido.
Estos nidales fueron construidos por este grupo de niños del colegio de Villanueva de Valdegovía y colocados el pasado mes de noviembre en un pinar del Parque Natural de Valderejo, todo lo cual suponía para ellos un fuerte incentivo para la actividad.
Tras comprobarse la ocupación de las cajas en días pasados, se ha llevado a los niños, en grupos de 5 alumnos, a determinados puntos de observación. Estos puntos estaban suficientemente alejados de las cajas para que las aves desarrollaran un comportamiento lo mas normal posible.
Mediante telescopios, los niños han determinado las especies que ocupan las cajas. En este caso Trepador azul (Sitta europea), Carbonero común (Parus major) y Carbonero garrapinos (Periparus ater). Además han contabilizado el número de entradas y salidas efectuadas a las cajas en un período de tiempo y midiendo el intervalo entre entrada y salida.
La valoración de la actividad ha sido altamente positiva y tan solo un grupo de niños ha debido retirarse antes de terminar las tareas por alborotar. El resto de los niños, 15, han seguido los pasos previstos con gran interés y emoción al ver cómo su trabajo de construcción de nidales era recompensado por unos pájaros muy atareados en alimentar a sus pollos. Se han sorprendido de la belleza de sus colores y de su comportamiento y actitud. No demostrando aburrimiento ni cansancio en ningún momento y haciéndoseles corto el tiempo de 1 hora de observación, como nos han comentado.